Fichas descriptivas para tus personajes
19 marzo, 2014Gestión eficaz del tiempo para el escritor
24 marzo, 2014Querido viajero,
¡Adelante!, me alegra verte de nuevo por aquí 🙂
Hoy quisiera hablar sobre uno de los temas más importantes para todo escritor (novel o veterano): los errores más comunes de los novelistas. Sí… Como animales de costumbres todos cometemos, en mayor o menor grado, los mismos errores. Creo que es esencial tenerlos presentes para ver dónde fallamos y mejorar a partir de ahí.
1. La impaciencia. Oh, sí… este es un mal común, y yo diría que el mayor de todos… como escritor, y cuando llevas mucho tiempo con un proyecto, tienes tantas ganas de verlo terminado que en ocasiones pierdes el rumbo. No sé si os ha pasado, pero yo he leído tantas historias preciosas que han acabado con finales tan… ¡rápidos! A ver… llevas trescientas cincuenta y dos páginas explicándome una historia fantástica y llena de emociones, me has transportado a mundos nuevos y… ¿terminas el final como queriéndotelo quitar ya de encima? No sólo ocurre con los finales, si leéis con atención, podéis intuir qué capítulos le han sido más complicados de narrar al escritor por la forma de contarlos. Lo ideal es que todo fluya con naturalidad, esto significaría que no has caído en el primer pecado capital: la impaciencia y has sabido gestionar tu tiempo de forma excelente.
2. No dejar reposar una obra / escrito. Este segundo pecado va directamente relacionado con el punto uno, así que más bien sería un remarque. Una vez escribas tu novela, o varios capítulos, debes dejarlo reposar para volverlo a leer en un futuro a corto/medio plazo. En esa segunda o tercera lectura verás muchos errores que en su momento te pasaron desapercibidos y es que cuando estás inmerso en tu historia se te escapan detalles, estás enfocado en la trama y por eso es tan importante dejar unos días tu escrito en un «cajón» y dejar descansar tu mente.
3. No leer. Bueno, parece obvio que la lectura es parte de la vida de un escritor, pero yo no estaría tan segura de ello. Querido aventurero, no me negarás que tienes un género predilecto y que lees más sobre ello que los demás… Recuerda que el aprendizaje y el enriquecimiento del autor llega por lo abierto que estés en cuanto a la lectura de distintos tipos de libros. Si escribes terror, ¿por qué no inspirarte en «la Odisea de Homero» o en «El Mago de Oz», seguro que encuentras escenarios, personajes o formas de expresarse de los autores que te inspiran. Lo importante es leer, ¡y leer mucho!
4. Aburrirte con tus propios capítulos. Si tú te aburres con tu propia historia, o crees que los diálogos de tus personajes son malísimos… ¿por qué no detenerse y reflexionar? Nadie te asegura tener éxito aunque te lo pases genial escribiendo, pero al menos disfrutas! y eso te aseguro que se notará en la historia, en los personajes y en buen ritmo de tu trabajo.
5. La Vanidad. Ser arrogante o poco humilde no te ayudará a ser mejor escritor. Empieza por la base, empápate de todos los conocimientos que puedas, escribe y pásalo genial haciéndolo. No pienses en el éxito, sino en lo orgulloso que estás de tí mismo por hacer lo que realmente te apasiona.
6. No ver tus errores ortográficos y de estilo. Cuando estás escribiendo los primeros borradores, los dejes reposar y lo releas, probablemente te reirás de la cantidad de «cosas extrañas» que verás. No creerás haber puesto tú esas rarezas, créeme. Es totalmente normal ir deprisa en ese primer proceso de redacción. Lo que estás deseando en esa primera fase es describir todas tus ideas: aquella frase de tu protagonista que llevas en la cabeza desde hacía días, la escena de un asesinato, etc. La buena redacción queda en un segundo plano. Lo grave o peligroso llega si, al releer tu escrito, no detectas estos fallos. Bueno, ¡presumo que eres mortal! Quizá seas un genio y no hagas ningún error, de ser así te admiro profundamente. En breve explicaré en esta Taberna reglas ortográficas simples que iremos ampliando para que tengas todos los recursos necesarios para hacer una buena redacción.
7. No saber detenerte cuando te bloqueas. El temido mal de la «página en blanco» existe, ¡vaya que si existe! Es imposible que no te haga una visita al menos un par de veces (estoy siendo muy positiva) en toda tu creación literaria. Cuando ocurre, es mejor no bloquearse ni insistir si vemos que nuestra cabeza está en otra parte. Con ello sólo te pondrás nervioso y puedes provocarte ansiedad. Lo mejor en estos casos es levantarse, tomar aire, y hacer otra cosa. Dar un paseo, quedar con amigos, cualquier cosa que te haga desconectar te irá bien. Verás como, cuando quieras retomarlo, estarás más despierto y la página en blanco comenzará a llenarse de buenas ideas.
Bien aventurero, creo que por hoy es suficiente. Si quieres que se abra a debate cualquier tema que te inquiete acerca de la escritura, puedes decirlo, ¡estamos en familia!
Gracias por tu confianza en este pequeño local, ¡espero verte en la próxima entrada!